martes, 30 de octubre de 2018


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PRESENTACIÓN PERSONAL EN EL ENTORNO LABORAL

La presentación personal es el mejor argumento para causar una primera buena impresión y mantenerla a lo largo de tu carrera laboral. 

La imagen de cada individuo es el reflejo de su personalidad, carácter, confianza y hasta ambiciones profesionales.

Hay que aclarar que la presentación o imagen personal va más allá que la mera apariencia física. 

Si bien incluye detalles perceptibles a simple vista como: 

  • el vestuario
  • el corte de cabello
  • el aliento, etc...
también implica un conjunto de acciones o actitudes que demuestran qué tipo de profesionales somos.
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La imagen personal es el contenido de lo que somos y se refleja en todo

  • la sonrisa
  • el brillo de los ojos
  • el entusiasmo
  • la actitud para el trabajo
  • las expresiones verbales
  • la ropa que utilizamos.



Existen muchos atributos que contribuyen a la formación de la imagen personal, incluyendo: 

  • la actitud del trabajador
  • el comportamiento (cuando lo ven y cuando no), 
  • el tono y volumen de su voz, 
  • los gestos y sonrisa con la que llega cada mañana a su lugar de trabajo.


Por eso, en pocos segundos, dependiendo de nuestra postura, tono de voz, indumentaria,  ademanes y gestos, los clientes, jefes y colaboradores pueden hacerse una idea de nuestra autoconfianza y personalidad, de quiénes somos y cuánto nos importa el trabajo.

Vestuario
Las altas competencias educativas y de experiencia laboral deben ser congruentes con la proyección física. Por ejemplo, una vestimenta conservadora dará la idea de poca flexibilidad y sin aceptación de cambios; y una muy moderna, o fuera de contexto, confundirá sobre la seriedad del asunto.

Expresión
El protocolo señala que al interactuar con una persona cuyo grado académico sea mayor al nuestro o pertenezca a una generación anterior, el trato debe ser de “usted”. Debe ser la otra persona quien solicita el tuteo y nunca hacerse en el primer encuentro.
Además, como los ademanes son la expresión física de la palabra, y en algunos casos hasta la sustituye, también merecen ser cuidados. El abuso de movimiento de manos al hablar denotan descontrol e impaciencia; en cambio, no usarlas refleja desanimo o falta de energía o entusiasmo con la actividad.

Cortesía
Además, toda empresa debe contar con personalidad propia porque sus empleados, clientes y proveedores perciben su actitud y comportamiento. Una gran ancla para asegurar que la comunicación sea efectiva y permanente es la cortesía genuina, con tolerancia, respeto y amabilidad.
La tarjeta de visita, el saludo y normas de tratamiento con todos sus públicos son esenciales para que una persona decida volver o no a una organización.
Entonces, cuidar la imagen personal desde la primera impresión nos dará ventaja competitiva y abrirá incluso oportunidades para otras ocasiones de encuentro. Una primera impresión exitosa generará confianza, flexibilidad y apertura; en pocas palabras, permite ganar el 50 % del terreno.


CLAVES PARA LOGRAR UNA EXCELENTE 
PRESENTACIÓN PERSONAL EN EL TRABAJO

Las normas de aseo para mantener una correcta higiene corporal son una base importante para reflejar una buena impresión. Las buenas maneras no solamente consisten en comportarnos correctamente en todos los ámbitos sino también en mantener una buena presencia.
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Cuidar el aseo y apariencia personal:

· Limpiarse y bañarse todos los días en forma minuciosa y metódica eliminando olores corporales y suciedad normal acumulada, preocupándose de usar fragancias o perfumes suaves. El cabello es lavado al menos día por medio y en el caso de las mujeres sujetado y peinado cuidadosamente.

Podemos empezar por entender y saber cuáles son las partes de su cuerpo a las que deben prestar más atención. La cabeza, las axilas, el cuello, la zona genital, las rodillas y los pies son las partes que más suelen sufrir los efectos de la sudoración, esto sin descuidar las demás partes del cuerpo.

· Emplear un método diario de aseo personal que demuestre pulcritud y minuciosidad, cumpliendo con los requisitos básicos de higiene corporal y personal. Por ejemplo:

La higiene bucal:

Es muy importante en efectos estéticos y en efectos de salud. Mantener una boca limpia es evitar problemas de caries, sarro y otros futuros problemas en la boca. Hay que acostumbrarse a cepillarse los dientes después de cada comida, y hacerlo de forma correcta.
Es recomendable visitar al odontólogo al menos una vez al año para que revise el estado de su dentadura.

Higiene de las manos:

De las regiones del cuerpo, las manos, son las que se ensucian y contaminan con más frecuencia.
Durante el día se ponen en contacto con múltiples objetos: pasamanos de vehículos y puertas, dinero circulante, correspondencia, diarios, revistas, etc., que son tocados por numerosas personas, muchas veces portadoras de gérmenes. Por eso su lavado debe repetirse varias veces por día, particularmente antes de las comidas. Se evita así la posible contaminación de los alimentos que se llevan a la boca, por ejemplo el pan.

Las manos por su uso múltiple, están expuestas a ser involuntarias portadoras de gérmenes patógenos. El lavado debe hacerse con agua y jabón, usando cepillo para las uñas, bajo cuyas extremidades pueden alojarse microbios, escapando a la acción del agua.

Mantener siempre las uñas limpias y en perfecto estado:

Nada de morderse las uñas; es muy feo y además se estropean. Lo mismo para las pieles y otros pellejitos de los dedos o las manos. No se muerden.

Higiene de los pies:

Esta parte del cuerpo, a pesar de estar protegida por medias y zapatos, requiere una higiene diaria a base de agua y jabón.
Sometidos a movimiento durante gran parte del día, su transpiración es abundante.
La falta de higiene de los pies es campo propicio para el desarrollo de enfermedades de la piel. Entre ellas la micosis, afecciones producidas por hongos.

En los casos en que la transpiración de los pies es muy abundante, se aconseja el uso del talco.
Las uñas de los pies, como las de las manos, se cortan al ras del pulpejo.

· Aplicar maquillaje en forma discreta, con delicadeza y prudente, sin colores fuertes.

· Utilizar perfumes y aromas suaves, poco penetrantes.

· Mantenerse ordenado durante toda la jornada laboral.


· Afeitarse a diario demostrando preocupación por su apariencia personal.

· Lavar constantemente sus manos (después de ir al baño, al manipular basura, al manchárselas o ensuciárselas, al estornudar, etc.) y mantener las uñas impecables durante toda la jornada.

· Cuando elija la ropa que va a utilizar , debe ser consciente que se va a utilizar durante una buena parte, sino todo el día, en el que permanecerá en su entorno laboral o en su centro de trabajo, por tanto, debe prever o conocer lo que va a hacer, para sentirse a gusto en cualquier situación que se le presente.

· Si utiliza bolso o maletín ha de ir sintonía con el resto del vestuario.

· El peinado no ha de ser muy elaborado; debe lucirlo de manera natural, siempre bien peinada.

· Mantener responsablemente su uniforme, limpio y sin manchas aunque no se encuentre en buen estado, resguardando su apariencia, resistencia y planchado.

· Utilizar un vestuario acorde a su trabajo, ya sea, uniforme cuando se lo entregan o un vestuario orientado a su actividad y desempeño.

· Reparar su vestuario cuando observa que se ha dañado, roto, descosido ó caído botones, manteniéndolo siempre en condiciones para realzar su actividad.

· Lustrar los zapatos constantemente, luciéndolos impecables.

· Utilizar implementos de higiene y seguridad cuando le corresponde como, red, toca o gorro durante la jornada, especialmente para quienes trabajen en la preparación o manipulación de alimentos.

· Aplicar desinfectantes y químicos responsablemente, colocándose mascarillas y guantes.